Fuentes familiarizadas con el tema, estiman que la venta de la compañía de pagos podría superar los 1,000 millones de dólares.
 

Al igual que como ocurre en otros mercados, Prosa forma parte de un consorcio de bancos que incluye al Grupo Financiero Banorte y las filiales locales de HSBC y Banco Santander.
 

El movimiento tiene lógica, ya que esta alineado con los tiempos que corren donde los esquemas tradicionales armados hace décadas por los principales bancos están tendiendo a disolverse. 

 

Estos cambios, son provocados a veces por las regulaciones que avanzan y permiten el ingreso de nuevos players o simplemente por la presión de la competencia que ha crecido en toda la región. 

 

México no escapa a esa realidad donde ya operan gigantes de pagos regionales como Mercado Pago o la tecnológica Getnet, vinculada a Santander.  
 

Además, la imagen de Prosa se ha visto afectada en los últimos tiempos debido a fallas recurrentes que han afectado el servicio de aceptación de pagos electrónicos en México. 

No obstante, la compañía no deja de ser una propuesta atractiva por su gran alcance y presencia de marca en el mercado. Además, es uno de los procesadores de pagos más grandes de América Latina, luego de que sumó alrededor de 4,700 millones de transacciones en 2020.
 

En las últimas semanas se ha puesto en marcha un proceso de venta de la firma gestionado por un banco de inversión, y Prosa ha atraído el interés de una serie de grandes compañías de pagos y tecnología financiera, dijeron las fuentes, que advirtieron que no había garantía de que se llegara a un acuerdo.