Benjamí Puigdevall, director general de CaixaBank Digital Business, identifica la banca móvil como una de las principales necesidades de los nativos digitales. Con casi 30 millones de usuarios, en España se descargan más de 4 millones de apps cada día y se utilizan el 90% del tiempo que se pasa con el Smartphone. Su impacto es especialmente visible en el sector finanzas: más del 80% de los españoles ya consulta sus cuentas bancarias directamente desde la app, el doble de la media europea. El auge de la banca móvil es imparable y obliga a las entidades a digitalizarse y adaptarse al smartphone si quieren sobrevivir.
 

El reconocimiento facial ha irrumpido con fuerza en este escenario. Acceder a las cuentas bancarias sin necesidad de contraseñas y en un tiempo récord de 38 milisegundos ya es una realidad. Gracias a una app se consigue solventar la limitación de la red de oficinas físicas y adaptarse a las necesidades y demandas de los usuarios, que ya pueden operar con sus cuentas en cualquier momento y desde cualquier lugar, de forma inmediata y segura. Y es que una app de banca móvil tiene que ser rápida, segura y fácil. Los usuarios son exigentes. Si no se les ofrece esos requisitos será un fracaso.
 

Tres años de vida a las sucursales físicas
 

Las entidades bancarias necesitan adaptarse a una imparable tendencia hacia la vida en Mobile. Para empezar, en 2016 el Smartphone superó por primera vez al ordenador como dispositivo de acceso a Internet. Además, en el último año se ha triplicado el número de personas que realizan pagos a través del móvil. Son datos del estudio Visa Pagos Digitales 2016, que confirma el auge generalizado de la banca móvil incluso en los perfiles sénior (55-64 años). Con este panorama, no es de extrañar que se le haya puesto fecha de caducidad a las oficinas físicas. Según un informe de Ditrendia, el 72% de los directivos creen que en 2020 sus clientes dejarán de ir al banco a gestionar sus cuentas. Lo harán online.
 

En el marco de la segunda Masterclass organizada por The Banker en colaboración con CaixaBank “Forjando un futuro digital”, el director general de CaixaBank Digital Business destacó los dos puntos que caracterizan el comportamiento de la generación del milenio: tener una relación genuinamente digital y disponer de servicios móviles. “Su expectativa es que todo sea 100% digital, sin papeles, sin gestiones tradicionales”, insiste. “No utilizan PC, no les gustan, ni les hacen falta; lo único que necesitan es un smartphone”.
 

Los ‘millennials’ reciben los mayores ingresos
 

Rocky Scopelliti, director de estrategia global de Telstra, afirmó que el relevo generacional ha empezado a situar a los “millennials” como el grupo que recibe el grueso de los ingresos en todo el mundo, y está impulsando un cambio de orientación en las instituciones financieras, que recurren cada vez más a la telefonía móvil. Explicó que los bancos y los proveedores de pagos interesados en conservar su posición tienen que innovar y ofrecer servicios en los canales preferidos por los consumidores.
 

Puigdevall auguró también que “el móvil se convertirá en la principal herramienta digital” y considera que todos los servicios tienen que crearse pensando en ofrecer experiencias o soluciones, en lugar de productos. “El auténtico reto es saber cómo monitorizar todo este tráfico que tenemos, y seguiremos teniendo, y cómo convertir la banca móvil en un potente canal de venta”.
 

Fuente: Elconfidencialdigital.com