Según informó Bloomberg, el organismo regulador de competencia envió recientemente solicitudes de información a diversos actores del mercado para evaluar la transparencia, justificación y obligatoriedad de estos cargos.
 

La investigación se centra en determinar si los comercios tienen libertad real para aceptar pagos con estas marcas, si las tarifas trasladadas les ofrecen un valor tangible y si los esquemas de cobro son claros y comprensibles.
 

Visa respondió que sus tarifas reflejan "el inmenso valor que brindamos a instituciones financieras, comercios y consumidores en Europa", destacando aspectos como seguridad y confiabilidad. Por su parte, Mastercard aseguró que ofrece a consumidores y empresas "opciones de pago seguras, prácticas y sin complicaciones".

El caso toma impulso tras una carta enviada el 14 de mayo por asociaciones que representan a minoristas europeos, en la que se insta a la Comisión a actuar bajo las leyes antimonopolio de la UE. Entre los reclamos se incluyen controles sobre las tarifas de intercambio, mayor transparencia, y obligaciones de no discriminación para los esquemas internacionales de tarjetas (ICS).
 

“Los ICS han incrementado sus tarifas sin competencia efectiva ni supervisión regulatoria, con estructuras tan opacas que los actores del mercado no comprenden lo que pagan ni por qué”, advierte el documento.
 

En 2019, la Comisión impuso a Mastercard una multa de €648 millones por prácticas que elevaron artificialmente el costo de los pagos con tarjeta en Europa.