Aparentemente el dominio de Meta y Apple estaría despertando cierta inquietud en los reguladores y, porque no, de la banca tradicional que ve como el negocio de pagos presenta asimetrías en materia normativa. 

 

En este sentido, Lindsey Johnson, directora ejecutiva de la Consumer Bankers Association dijo, "la CFPB está dando un paso en la dirección correcta al alinear la atención supervisora a las grandes empresas de pago no bancarias con las expectativas para los bancos que ofrecen productos similares. Para que funcione un ecosistema de servicios financieros saludable, innovador y competitivo, los consumidores deben saber que están protegidos por igual, independientemente de con quién hagan negocios para satisfacer sus necesidades financieras".

Protección de datos, interoperabilidad y competencia  

 

La preocupación por los datos no es menor, ya que Meta y Apple tienen acceso a grandes cantidades de datos de los usuarios los que podrían utilizarse con otros fines. Las autoridades competentes quieren garantizar que estos datos se manejen de forma responsable y que los usuarios tengan control sobre su uso.
 

Tanto Meta como Apple son ecosistemas cerrados, lo que significa que solo funcionan dentro de sus respectivas plataformas. Esto dificulta a los usuarios utilizar sus productos en diferentes dispositivos o aplicaciones. Los reguladores están estudiando la posibilidad de imponer la interoperabilidad, permitiendo a los usuarios utilizar cualquier monedero digital en diferentes plataformas sin problemas. 
 

Por último, los reguladores también están preocupados por la posibilidad de que Meta y Apple utilicen sus monederos digitales para favorecer sus propios productos o servicios frente a los competidores. Con sus posiciones dominantes en el mercado, estas empresas podrían utilizar su poder para cerrar la puerta a la entrada de nuevas empresas. Los reguladores están estudiando formas de evitar tales prácticas y promover una sana competencia.