Los activos fueron emitidos en un ambiente de prueba en el Laboratorio de Innovaciones Financieras y Tecnológicas (LIFT) que promueve la institución.

LIFT tiene como objetivo desarrollar estudios y casos de uso para la futura moneda digital brasileña. Actualmente, la iniciativa cuenta con el apoyo de instituciones como Banco Santander, Itaú Unibanco, Visa y Febraban.

También forman parte protocolos y empresas del mundo cripto, como Aave (AAVE) y la casa de cambio Mercado Bitcoin.

Para diciembre de este año se presentará una versión demo del real digital, y a partir del próximo año se realizarán pruebas con CBDC.

Según lo descrito por Carolina Rabelo y Euricion Pinho, directores de la Asociación Brasileña de Bancos (ABBC), la CBDC brasileña se almacenará en monederos, y sus transacciones serán realizadas por una red que opera solo bajo la supervisión de Bacen.

De esta manera, incluso las personas que no tienen cuentas bancarias podrán usar el activo, solo necesitando un smartphone y acceso a Internet para realizar sus transacciones.

Otro punto de discusión en torno a las CBDC son los riesgos que estos activos traen en relación con la vigilancia y la libertad financiera. Con ellos, una sola entidad podría tener acceso a todos los movimientos e historial financiero de su población.