La tarjeta de crédito sigue entre los productos más caros  del sistema financiero, y comparando la tasa promedio de 50,36%, con la de otros países, es una de las más altas de la región, según un estudio de  la Fundación Getúlio Vargas y la Asociación de Consumidores de Brasil.
 

Paraguay solo se encuentra por debajo de Brasil, cuya tasa es sin dudas la más abultada de Sudamérica, con 280,82%.
 

El superintendente de Bancos, Hernán Colmán, manifestó al respecto que las tasas que registra Paraguay en este producto se encuentran cercanas a las de los demás países (excepto Brasil) y que es el mercado el que determina la tasa.
 

Explicó que si bien se avanzó mucho en la información de los clientes, todavía no se tiene una consolidación de todas las centrales de riesgo, "entonces le estamos dando tarjeta de crédito a algunas personas que no conocemos. Otras tal vez ya tienen algún histórico porque están percibiendo salarios por medios electrónicos, sabemos más o menos su disponible, entonces como que va bajando el riesgo, pero sigue siendo de mucho riesgo", dijo.
 

"La incobrabilidad en tarjetas es mayor que la media y a mayor desconocimiento obviamente eso se tiene que reconocer en tasa", añadió.
 

Así, al no contar con una central de riesgos unificada, las entidades no pueden contar con toda la información sobre las deudas que tienen los usuarios, como por ejemplo las compras a cuotas en casas comerciales. De ahí que para cubrir el riesgo que genera la falta de información completa, se elevan las tasas.
 

Sofisticación
 

El superintendente de bancos apuntó también que aún resta un trecho para que los clientes se vayan sofisticando y vayan comparando los costos y las tasas que ofrecen las diferentes entidades, de manera a elegir la opción que más le convenga.
 

"Publicamos mes a mes las diferentes tasas en forma comparativa y seguimos viendo entidades que cobran tasas mucho más bajas que otras y nos preguntamos por qué (el usuario) no se va a pedir en ese banco su tarjeta", se preguntó.
 

Sostuvo que uno de los motivos que podría explicar este comportamiento es la comodidad de ya estar operando con una entidad.
 

Colmán refirió además que los consumidores deben comprender la diferencia entre la función de medio de pago y medio de financiamiento de la tarjeta, ya que abonando la totalidad de su consumo no le genera intereses, a diferencia de emplearla para financiar, donde la tasa de interés es más alta que la que se puede obtener solicitando un crédito personal para consumo, donde la tasa puede llegar a la mitad de la que se paga con el plástico.
 

Fuente: Ultima Hora, Paraguay