Junto con la creciente emisión de tarjetas de crédito en Colombia, que a junio ya alcanzaban 11,1 millones de plásticos, se está presentando un fenómeno de reclasificación de los tarjetahabientes, que al aumentar sus ingresos mejoran la categoría de sus tarjetas, pasando de las más básicas, que tienen menos cupo, a las más exclusivas, que ofrecen cupos millonarios y una serie de beneficios con los que buscan fidelizar a los clientes.
 

Debido a que las personas más ricas tienen amplio acceso a crédito y manejan más de una tarjeta, las franquicias como Visa, Mastercard o American Express hacen más esfuerzos por conquistar a este tipo de clientes, que en el nivel de mayores ingresos se conocen como el segmento afluente, es decir, tan solo el 1% de la población económicamente activa, que en Colombia son 210.000 personas.
 

Estas personas reciben tarjetas, que en el caso de Visa llevan la marca Infinite, con cupos que arrancan desde los US$20.000 ($38,7 millones) y pueden tener consumos anuales con su plástico de entre US$10.000 y US$100.000 al año.
 

Ricardo Tafur, líder de productos para el segmento afluente de Visa, explica que debido a que estas personas son muy ricas no tienen patrones de consumo diferentes por países, dado que todos son muy internacionales y usan marcas de lujo. Por lo general, son mayores de 45 años y utilizan la tarjeta más como un medio de pago, que como una fuente de crédito. 
 

Para fidelizarlos, Visa acaba de realizar en el país un evento en un apartamento en los cerros orientales de Bogotá, en donde se dieron cita diferentes marcas de lujo para que sus exclusivos tarjetahabientes pudieran comprar.
 

De acuerdo con la Superfinanciera, Visa es la franquicia con más plásticos en el país (3,6 millones a junio), seguida de Mastercard con 3,07 millones y la tarjeta Éxito, que emite Tuya y alcanza los 1,5 millones. Las deudas de los colombianos con tarjeta de crédito sumaban $17 billones al cierre del primer semestre.
 

Fuente: Dinero, Colombia