El gobierno uruguayo trabaja para universalizar el sistema de pagos con tarjetas de débito y crédito, iniciativa que ha comenzado a aplicar en 2014 con la aprobación de la Ley de inclusión financiera.
 

En ese marco, el coordinador de Inclusión Financiera, Martín Vallcorba, aseguró que si un comercio acepta utilizar medios electrónicos de pago (tarjetas de crédito y débito) no pude tener tratos discriminatorios con beneficios o descuentos para pago en efectivo, ni establecer mínimos para el uso de medios electrónicos. A tales efectos, el gobierno presentará un proyecto de Ley.

 

“De este modo se evita que un consumidor tenga la incertidumbre cuando llega a un comercio de no saber si la compra la podrá pagar o no con medios electrónicos por los mínimos que se establecen”, dijo Vallcorba.

 

Asimismo, el equipo económico de gobierno procura que todos los locales de cobranzas acepten las tarjetas de débito emitidas por bancos privados, al igual que lo hacen con las del Banco República. Para ello se busca incentivar la incorporación de POS en pequeños comercios y también en el interior del país.

Universalización

 

Vallcorba aseguró que Uruguay “es uno de los pocos países en el mundo capaz de asegurar el acceso universal a medios de pago electrónicos”.

 

Detalló que el uso de tarjetas de débito varió, de menos de 500.000 operaciones por un monto de 1.000 millones de pesos, en agosto de 2014, a 5 millones de operaciones por un monto superior a 4.500 millones de pesos en abril de 2016.
 

En 2011 se registraron 13.157 terminales POS mientras que al finalizar 2015 había 45.488 terminales.
 

“Estamos creciendo a un ritmo de 800 y 1.000 por mes, con lo cual, los datos que tendríamos al día de hoy serían bastante mayores a 2015”, indicó. El jerarca remarcó que los hábitos de la sociedad uruguaya “se modificaron a favor del uso de los medios de pago electrónicos”.

 

En tal sentido remarcó que el primer objetivo de la Ley de inclusión financiera es la “universalización de derechos a partir de la promoción general del acceso y uso de los servicios financieros en medios de pago electrónicos, ahorro y crédito, en un entorno regulado y supervisado”.
 

El segundo objetivo es “la transformación y modernización del sistema de pago mediante el fomento de la competencia y eficiencia del sistema de pagos y promoción del uso de medios de pago electrónicos en sustitución del efectivo”.
 

Por su parte, el presidente del Banco Central del Uruguay (BCU), Mario Bergara, informó que los beneficios de la Ley de inclusión financiera permitieron que “el pago de bienes y servicios mediante medios electrónicos se multiplicara siete veces en poco tiempo”.

 

La cantidad de pagos por medios electrónicos es del 25% del total de pagos que se efectúan en la economía, cuando en 2014, año de implementación de la Ley, era de 12%”.
 

Bergara dijo que ello es una buena noticia “porque hay que imprimir y manejar menos billetes, lo cual permite reducir costos en seguridad y transporte de valores”.

Aseguró que el uso intensivo de los medios electrónicos de pago implica un desarrollo económico mayor, sobre todo de las pequeñas y medianas empresas, y también en sectores sociales con ingresos menores.

 

Fuente: La República, Uruguay