Ello permitió que grandes colectivos de la población que no accedían a servicios financieros comenzaran a hacerlo y de manera gratuita. Los últimos datos divulgados por el Banco Central (BCU) muestran que desde 2015 hasta el primer trimestre de 2018 se han abierto cerca de 530 mil nuevas cuentas bancarias y se han habilitado casi 800 mil instrumentos de dinero electrónico (tarjetas prepagas).
 

De esa forma, se estima que más de 800 mil personas han accedido a una cuenta o instrumento gratuito. La mayor disponibilidad y utilización de medios de pago electrónicos no necesariamente ha significado un salto en la evolución de los retiros de dinero en efectivo en los cajeros automáticos y otros dispensadores.

 

Al comparar el primer trimestre de 2018 con igual período de 2015 se observa que la cantidad de retiros se ha mantenido estable, al igual que los montos retirados expresados en dólares, lo que equivale a una reducción real del 6%, según muestra el capítulo sobre Inclusión Financiera que acompaña el proyecto de Rendición de Cuentas.
 

 

Para el gobierno, la estabilidad en la cantidad de retiros de efectivo, conjuntamente con el "notable incremento" en la cantidad de personas que accedieron a una tarjeta de débito o a un instrumento de dinero electrónico (se emitieron 1,3 millones en los últimos años), dan cuenta de "una reducción significativa en los retiros per cápita", lo cual es consistente con el dinamismo que han tenido los diversos medios de pago electrónicos.

 

Se paga con tarjeta
 

La mayor aceptación del plástico entre los comercios y la rebaja de IVA implementada desde agosto de 2014 a modo de incentivo se refleja, por ejemplo, en una mayor utilización de las tarjetas de débito por parte de los consumidores al momento de hacer sus compras.
 

Si se comparan los montos operados con débito en el año móvil terminado en abril de 2018 con el año móvil finalizado en abril de 2014 (previo a la implementación de la rebaja del IVA), se observa que los valores se multiplicaron por 24 con más de US$ 3.000 millones.
 

También se incrementó la cantidad de terminales POS instaladas en la economía que se multiplicó por cuatro veces y media desde 2011 y supera las 60.500, según los últimos datos disponibles al 31 de marzo.

Cambio de hábitos
 

El estudio muestra además que los incrementos en los montos y la cantidad de transacciones con tarjeta de débito se siguieron dando aun cuando la rebaja de IVA se redujo en agosto de 2015 y agosto de 2016.

Durante el primer año de implementación de la ley el beneficio era de 4 puntos, luego pasó a 3 puntos y después a 2 puntos. En enero de 2017 se volvió al descuento de 4 puntos.
 

"Este comportamiento da cuenta de una profunda transformación de carácter estructural –y cultural- en las formas de pagos de los uruguayos, que si bien tuvo un fuerte impulso a partir de los incentivos fiscales, luego continuó profundizándose independientemente de dichos incentivos", dice el informe elaborado por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).


 

Costo fiscal
 

La devolución de IVA significó que el gobierno resignara US$ 50 millones en 2016 y US$ 76 millones en 2017. En tanto, el costo fiscal por el subsidio para el arrendamiento de los POS dado a los comercios fue de US$ 1 millón en 2016 y de US$ 1,6 millones en 2017.
 

"En el mediano plazo esto contribuye a mejorar la formalización de la economía. Por lo tanto, estos son efectos que podremos ir viendo en el futuro y que, en nuestra opinión, hoy no tienen un impacto significativo", expresó la semana pasada el coordinador del Programa de Inclusión Financiera del MEF, Martín Vallcorba en la Comisión de Presupuesto integrada con Hacienda de la Cámara de Diputados.

Fuente: El Observador