Algunos países de Europa ya no están aceptando plásticos con banda magnética, como Holanda, Bélgica, España, Francia e Irlanda. Es que se estima que la mitad de los fraudes son por clonación, lo que puede ser evitado si la tarjeta tiene chip.
 

Juan Manuel Gasparri, gerente de medios de pago de Santander, indicó que el cambio tecnológico responde a tres conceptos fundamentales: seguridad, confianza y aceptación. "Los clientes nos demandaban mucho eso" y "no podemos darnos el lujo de que tengan problemas en el exterior", afirmó Gasparri.
 

Si bien la implementación comenzará por clientes Select, se realizará de forma progresiva la migración de todas las tarjetas ya emitidas por el banco. Ese período insumirá unos dos años, dijo Daniel Gordiola, responsable del proyecto en Uruguay.
 

Casi 500.000 tarjetas en forma simultánea van a tener esta tecnología, adelantó Esteban Gherardi, director comercial del banco.
 

Las nuevas tarjetas (bajo los sellos Visa y MasterCard) ya están a disposición. La emisión se extenderá a las corporativas y Advance (para pymes).
 

Los plásticos Santander mantendrán la banda magnética, para de esta manera seguir operativos en puntos de venta que no tengan POS compatibles con el chip.

Con esta innovación, el banco optó por "liderar el cambio" en el sector tarjetas, antes que "seguirlo o sufrirlo", destacó Gasparri.
 

El ejecutivo resaltó el potencial de esta tecnología para ser utilizada en el futuro en diversos rubros. "Permitirá procesar datos no financieros, como la historia clínica del usuario a o la habilitación de acceso a lugares restringidos. El límite estará en la creatividad para satisfacer distintas necesidades", afirmó.
 

El banco aprovechó el cambio para lanzar también el producto "The Trilogy", que busca fidelizar a sus clientes Select e incluye tres tarjetas con chip: la de débito Visa Platinum, y las de crédito MasterCard Black y Visa Infinite. Todas incluyen varios servicios y beneficios exclusivos y solo puede accederse a ellas con depósitos superiores a US$ 100.000.
 

Fuente: El País, Uruguay