El crédito al consumo durante el primer trimestre del año alcanzó un saldo de Q46,4 millardos. En este rubro se encuentran las tarjetas de crédito que han tenido un crecimiento de 7,3 por ciento. De enero a marzo el saldo creció de Q8,1 millardos frente a los Q7,6 millardos, registrado en 2014.
 

En este rubro se incluyen la adquisición de bienes durables (vivienda, automóviles, muebles o joyas), adquisición de bienes fungibles (alimentos o gasolina) y servicios recibidos (electricidad, alquiler vivienda o agua).
 

Juan José Micheo Fuentes, consultor económico y financiero, indica que el incremento se debe a varios factores, pero resalta el número de compradores que utilizan con mayor frecuencia el crédito para financiar el consumo promedio.
 

El presidente de la Asociación Bancaria de Guatemala (ABG), Luis Lara Grojec, comparte lo dicho por el asesor. “El crecimiento en el uso de tarjetas de crédito es normal porque en Guatemala, y en el mundo, la gente la usa para el consumo diario”, expresa. 
 

Sin embargo, Grojec advierte que conviene que crezca en cifras razonables, de lo contrario, debe despertar alertas, porque puede significar un hábito desmesurado del crédito. “El usuario que no se detiene alcanza una deuda que no puede manejar y termina por perjudicar al banco, porque la institución adquiere mora”, agrega.
 

¿Consumo inteligente?
 

En opinión de Edgar Balsells, jefe de la División Socioeconómica del Instituto de Problemas Nacionales de la Usac, hay una irresponsabilidad del sector financiero por la facilidad para obtener el servicio de crédito sin contar con un análisis de la capacidad de pago del cliente.
 

“El sistema bancario se ha convertido en un sistema tarjetero y consumista, cuando debería velar por el desarrollo y la inversión en el país”, expresa.
 

A pesar del aumento en el uso de tarjetas de crédito, el gasto para adquirir bienes en marzo 2015 abarcó 74 por ciento del total de la cartera destinada al consumo. El incremento significó que el consumo con tarjeta de crédito cayera de un 18,5 a un 17,6  por ciento.
 

Micheo Fuentes dice que esto no es negativo. Según explica, un uso incorrecto del gasto sería si lo que gasta una persona es con fines de entretenimiento o de productos superfluos. “La compra de bienes duraderos es un consumo inteligente”, indica.
 

A consideración de Grojec, los bienes durables son un tipo de inversión que duran en el tiempo y tienen una rentabilidad pero que siempre debe ser cauteloso el uso.
 

Fuente: El Periódico, Guatemala