España cuenta con 2,6 millones de personas excluidas financieramente
23 de Septiembre, 2013 - España
Otros 12 millones de personas están subatendidas y el perfil medio es el de una mujer casada de mediana edad, según el informe de Mastercard "Camino a la Inclusión".
Sólo en Europa occidental cerca de 93 millones de personas se encuentran financieramente excluidos o subatendidos, y no necesariamente pertenecen a las capas más desprotegidas de la sociedad. Esta es la conclusión que arroja el informe "Camino a la Inclusión", dado a conocer esta semana por Mastercard en Roma. Un demoledor estudio que echa por tierra gran parte de las ideas preconcebidas sobre las motivaciones y el perfil de los excluidos financieros. No en vano, el grueso de este segmento de población es originario del país de residencia, cuenta con un trabajo remunerado y quiere formar parte del sistema financiero.
El estudio, realizado en Reino Unido, Francia, Italia, España, Polonia y Rusia, muestra como los problemas de aquellos que no tienen acceso a la banca formal son comunes, sin importar la zona geográfica. Según explica Jennifer Rademaker, vicepresidenta senior de Core Products para Mastercard Europa, se trata de un grupo de personas que piensa "que no tiene suficiente dinero para tener una cuenta en una entidad bancaria, no posee la documentación básica para solicitarla o directamente no lo intenta por su falta de confianza en los bancos".
Aunque la crisis ha empujado a este grupo de ciudadanos a muchos jóvenes, frustrados por la situación, el perfil más recurrente de aquellos que no tienen acceso a la banca formal es una mujer (55% de los mismos), con una edad media de 40 años y casada (51%). El 40% de los excluidos no ha recibido ningún tipo de ingreso o ayuda social en el último trimestre, por el 35% que sí. También llama la atención que el 81% siempre ha vivido en su país de origen.
La hucha como vehículo de ahorro
El estudio también distingue a otro grupo, el de los financieramente subatendidos, que son los que no cuentan con acceso a los medios de pago electrónicos. En este grupo, muy similar al anterior con mayoría de mujeres (55%) y mismo rango de edad (40 años), aunque solo un 37% está casado, se nutre de ciudadanos que reciben ayuda económica de los servicios sociales (36%) o que ha recibido algún tipo de sueldo (33%) en el último trimestre. Aquí otra vez la emigración apenas tiene efecto, ya que el 83% nació en su país de residencia.
España cuenta con 2,6 millones de personas sin acceso a la banca y 12,1 millones subatendidos financieramente, lo que la coloca en el rango medio de los países encuestados. Según Rademaker, ambos grupos tienen en común "el pago en metálico de necesidades básicas como el alquiler, los recibos imprescindibles (luz, agua, gas) y el resto de compras. Muchos suelen utilizar monederos, huchas o botes para guardar sus ahorros, al entender que están más seguros". La recesión y recientes casos como el de las preferentes no han ayudado a mejorar la imagen de la banca entre este colectivo, según se desprende de las declaraciones de los españoles encuestados.
Para la directiva de la firma de medios de pago, esta situación "limita las ventajas que supone tener una cuenta, como las domiciliaciones, operar por internet o acceder a posibles descuentos".
El prepago como solución
Otro de los problemas de este grupo de europeos es su deficiente formación tecnológica. Aunque dos tercios de ellos (66%) disponen de un teléfono móvil estándar, el mismo porcentaje no ha oído hablar de la banca móvil como alternativa a la cuenta bancaria habitual. Por otra parte, el acceso a ordenadores es limitado para aproximadamente una cuarta parte de los considerados financieramente excluidos en Europa.
Para Mastercard la forma más rápida de bancarizarlos sería a través de las tarjetas prepago, modalidad que el 54% considera interesante. Además un 39% declaró que estas tarjetas serían adecuadas para sus necesidades financieras. "La similitud con el efectivo y la posibilidad de controlar el gasto les atrae", señala Rademaker. "Lo interesante es que las tarjetas prepago pueden utilizarse como puente para que muchos de ellos se sientan incluidos en el sistema financiero, además de sentirse social y tecnológicamente aceptado", añade.
Rademaker aboga por la creación "de productos específicos para tener en cuenta las diferentes circunstancias de este tipo de personas, informarles de su uso y derechos como consumidores y trabajar con los reguladores de los diferentes países europeos para que cuenten con una normativa que les apoye». No obstante, queda aún mucho camino por recorrer. El 43% de los excluidos financieramente ha oído hablar de las tarjetas prepago pero no las ha utilizado nunca, y el 47% ni tan siquiera ha oído hablar de ellas. A pesar de este conocimiento tan limitado, el 41% de los encuestados reconoce que con las tarjetas prepago tendrían la ventaja de no tener que llevar siempre dinero en efectivo encima y el 25% reconoce que las tarjetas prepago les ayudarían a llevar un control de sus gastos.
Desde Mastercard proponen como solución, además de la creación de productos específicos para este segmento poblacional, una mayor “educación e información en su funcionamiento y sus derechos como consumidores, unido a un trabajo más estrecho con los reguladores”, concluye Rademaker.
Fuente: Diario Expansión, España
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