Los controles de capital en Grecia pronto cumplirán medio año. A pesar de ello, las compras de Navidad no cesan, algunos supermercados de las cadenas más grandes comienzan a abrir sus puertas los domingos y la televisión griega emite campañas publicitarias de los bancos para promover el uso de POSs. Semanas antes, los medios griegos ya informaban sobre la "profunda" entrada del dinero de plástico en la vida de los griegos. 
 

En la librería donde trabaja Smaro, situada en el centro de Atenas, es cada vez menos frecuente el pago "en cash". Es uno de los muchos establecimientos en Grecia que permite el pago con tarjeta. Aunque esta dependienta griega admite que, mientras su jefe prefiere que los clientes paguen con dinero en efectivo, ella se decanta por el dinero de plástico. "Desde la llegada de los controles de capital, la mayoría de los clientes paga con tarjeta, incluso para comprar un producto de dos euros", asegura. Pero no ocurre lo mismo en muchos de los quioscos que imperan en el centro de la capital griega. 
 

"Perdone, ¿podría pagar con tarjeta?". Manolis, dependiente de un quiosco cerca de la plaza Syntagma, en Atenas, se sorprende con esta pregunta y no cree necesario incorporar un POS a su negocio. "Los artículos que vendemos no tienen precios muy altos, la gente siempre lleva alguna moneda suelta", asegura.
 

Sin embargo, en el quiosco de al lado, las expectativas para 2016 son diferentes: "La gente sigue pagando con dinero en efectivo, pero a partir del año que viene mis clientes tendrán la posibilidad de pagar con tarjeta", asegura el vendedor vecino de Manolis."El potencial del dinero de plástico en Grecia es enorme ya que es un país que ha estado muy retrasado en este asunto en los últimos años. 
 

El pago con tarjetas es fundamental para evitar la evasión de impuestos", afirma Svetoslav Danchev , analista económico de la Fundación para la Investigación Económica e Industral (IOBE). La fundación anunciaba en octubre la necesidad de ofrecer incentivos para "animar a los griegos" a usar tarjetas de crédito y débito, lo que podría beneficiar a las arcas del Estado griego con 700 millones de euros durante el primer año de su aplicación. Incentivar los pagos con dinero de plástico, una práctica que desde verano ha aumentado un 135%, fue algo que ya propuso el ex ministro de finanzas Yanis Varufakis en la anterior legislatura del gobierno izquierdista de Syriza. 

 

Un millón de tarjetas en julio y agosto

 

Cerca de un millón de tarjetas fueron emitidas en julio y agosto entre la población griega en comparación con las 100.000 repartidas un mes antes de la llegada de los controles de capital, según el diario griego Kathimerini. En 2013, Grecia se encontraba en el último lugar del ranking europeo en transacciones por persona, con una media de 18 pagos por habitante y solamente el 6% de las operaciones era con tarjeta antes del cierre de los bancos. Las compras electrónicas y el pago con tarjeta, sobre todo si las cantidades son altas, han podido ayudar a los griegos a superar las dificultades que los controles de capital impusieron a principios de verano en el país, aunque algunos se muestran reticentes. 
 

"La tarjeta la utilizo para ir a comprar al supermercado o para hacer compras por internet como el billete de avión o la entrada de algún concierto", comenta Irini , una joven que deja el pago con tarjeta para situaciones de emergencia. "No me gusta la tarjeta, creo que perdería el control de mis ahorros. Mientras que si pago en efectivo sé cuánto dinero me queda en la cartera. Por ejemplo, si veo mi último billete sé cómo administrarlo. Además, mis gastos no van más allá de comprar cosas necesarias para la casa, algún regalo y bebida y comida", añade.

 

El escenario más común para el pago con tarjeta son los supermercados, que han visto incrementada esta práctica un 234%. Porcentaje que supera los servicios sanitarios, donde la presencia del dinero de plástico ha aumentado un 206% y un 193% en las gasolineras, según INEMY, el instituto de estudios económicos ligado a la Confederación Nacional del Comercio (ESEE)."En la gasolinera, siempre pago con tarjeta, siempre lleno el depósito del coche y no quiero llevar conmigo tanto dinero en efectivo. Además, el banco me da puntos cada vez que uso la tarjeta y tengo descuentos en compras", comenta Dimitris, cliente habitual en una gasolinera de Atenas.
 

El país heleno aún se encuentra sumergido en las restricciones bancarias aunque de manera más suave. Sigue vigente la posibilidad de sacar del banco 60 euros diarios y las transacciones online están libres de estas limitaciones.
 

Fuente: El Mundo, España