La tarjeta de crédito se ha convertido, desde su popularización en los años 90 en España, en un elemento básico de cualquier acción de compra - venta, y de uso extendido en la vida cotidiana del consumidor. La explosión de las nuevas tecnologías, el comercio y la industria de los medios de pago se han ido transformando y adaptándose a las necesidades del mercado. En este sentido, American Express, ha realizado importantes inversiones en desarrollo tecnológico durante los últimos años, implementándolas en cada mercado en función de las tendencias.
 

Para Juan Orti Ochoa de Ocáriz, director general de Tarjetas American Express en España , en estos últimos años estamos viviendo un momento de gran efervescencia en la industria de medios de pago en la que existe una gran oportunidad para expandirse a nuevas categorías de productos y segmentos de mercado a través de la innovación. Dicho esto, "para American Express el principio básico no cambia y se trata, independientemente del medio o tecnología, de generar una transacción que aporte alto valor al Titular y al Establecimiento, más allá del acto de pagar o cobrar, y que se pueda hacer de una forma sencilla y segura" comenta.
 

La evolución de los medios de pago en España en los últimos 35 años
 

En la historia de los medios de pago en España, American Express fue uno de los principales actores emitiendo en el año 1978, hace 35 años, la primera tarjeta de crédito con su característico color verde que se introdujo en un momento de cambio de hábitos en el país. "Con el lanzamiento de la primera Tarjeta American Express participamos de alguna forma en la evolución de la historia moderna de España", comenta Orti.
 

Las primeras tarjetas de crédito en los años 70 se utilizaban más bien para viajar, y su generalización no se produjo en España hasta los años 80, aunque en aquella época la mayoría de la gente en España no estaba acostumbrada a pagar con tarjeta, sino en efectivo. No es hasta la década de los 90 cuando el dinero de plástico se convierte en un fiel compañero de los consumidores, mucho más cuando los españoles se acostumbraron a viajar de forma habitual y el llevar billetes se vuelve una práctica algo arriesgada. Con el tiempo, y la creciente frecuencia de el uso de las tarjetas en los establecimientos, fueron desapareciendo las llamadas "bacaladeras", los aparatos de cobro que permitían imprimir, de forma manual, los números de la tarjeta en relieve sobre un formulario, y a finales de los años ochenta, aparecieron los datafonos, capaces de leer las bandas magnéticas de las tarjetas y enviar la información al banco telemáticamente.
 

Presente y futuro de los medios de pago
 

Hoy la tarjeta de pago es una herramienta que se ha vuelto imprescindible en la vida moderna, y según los datos del Banco de España existen casi 70 millones en circulación en el mercado. La mayoría ya tiene "chip" y "pin", un sistema digitalizado y más seguro para evitar el fraude.
 

Debido a la evolución de los hábitos de consumo de los españoles, el comercio online se ha posicionado como el gran protagonista de los últimos años. Según los datos recientes de la CMT, en 2012 se facturaron más de 10 mil millones de euros en España a través de transacciones online, y en el primer trimestre de 2013 se incrementaron un 15% el número de transacciones, con un total de 43,5 millones de operaciones.
 

"La tarjetas de crédito han hallado un terreno muy fértil en el comercio electrónico y hemos observado una facturación media en transacciones relacionadas con la industria del viaje, turismo y ocio en general, más del doble en España. La forma de interactuar con los clientes ha evolucionado, lo que no ha cambiado es el enfoque en dicha relación como elemento central y diferencial. Por supuesto nos adaptamos al signo de los tiempos, confirma Juan Orti Ochoa de Ocàriz. Según datos de American Express, actualmente el 78% de sus clientes españoles están digitalmente conectados y se relacionan de alguna forma interactiva con la compañía. "No obstante, la postura nuestra es de centrarnos en la convergencia entre online y offline, para después incorporarnos al camino que elijan los consumidores", asegura Orti. 
 

En todo el sector de servicios de pago hay una evolución constante en el que muchos modelos de negocio se encuentran al final de su ciclo de vida, y los nuevos modelos están reemplazándolos a un ritmo rápido. Estamos viendo una segmentación dentro del amplio abanico de ofertas en el mercado para acomodar el uso de la forma de pago a cada tipo de cliente, entre las que se incluyen las últimas tendencias como el pago por móvil y las carteras digitales. A pesar de ello,  se prevé que la puesta en marcha para transacciones en comercios tardará algo más tiempo en ser una realidad universal.
 

"En esta era de efervescencia tecnológica y de nuevas formas de consumo, las posibilidades se multiplican, pero nuestros objetivos estratégicos fundamentales siguen siendo los mismos de siempre, aportar valor diferencial a los miembros de la comunidad de American Express, que incluye a los titulares de nuestras tarjetas y a los comercios afiliados. Tenemos una enorme ventaja ya que gestionamos de principio a fin este ecosistema. Emitimos tarjetas y tenemos una relación directa con los establecimientos operando todas las transacciones dentro de nuestra propia red. Esta conexión entre compradores y vendedores genera el efecto de pertenencia a la comunidad de American Express" concluye Orti Ochoa de Ocáriz.
 

American Express en cifras
 

Fundado en 1850, American Express lanzó la primera Tarjeta American Express en octubre de 1958 como la "tarjeta de viaje y representación" para los empresarios y la clase "alta" en Estados Unidos. 
 

Conocida desde hace tiempo como la empresa pionera e innovadora en la industria de medios de pagos, está a la vanguardia de los esfuerzos para ampliar el uso de formas de pago que reemplacen el dinero en efectivo. 
 

Con más de 63.000 empleados en el mundo actualmente, American Express pone al servicio de sus clientes formas de pago que responden a sus necesidades en cada momento, proporcionándoles acceso a productos y experiencias que enriquecen sus vidas, además de servicios para construir el éxito en sus negocios. 
 

En la actualidad cuenta con más de 104 millones de Tarjetas, aceptadas en más de 200 países, y en más de 800.000 cajeros automáticos, y con más de 2.000 agencias de viajes en más de 200 países. 
 

American Express en España
 

Presente en España desde 1951, American Express empezó a emitir las primeras Tarjetas American Express (color verde) en 1978. Más tarde se lanzaron al mercado: Corporate Card (para empresas) en 1982, Gold Card (1984), Platinum Card (1998), Business Card (1999, para autónomos y PYMEs), Blue Card ( Revolve 2000) y Centurion Card (en 2004), la más exclusiva de la gama, de color negro es la única tarjeta en el mundo hecha de metal titanio, y solo accesible por  invitación de American Express. 
 

El programa de fidelidación de American Express, Membership Rewards Club, es uno de los mejores programas reconocidos mundialmente. La Compañía tiene su sede en Madrid, con delegación en Barcelona, y opera a través de las siguientes áreas de negocio: American Express Card, American Express Global Merchant Services, American Express Global Network Services, American Express Barceló Viajes (Joint Venture). 
 

La Compañía se caracteriza por ofrecer servicios superiores que exceden las expectativas de los clientes en productos financieros, como Tarjetas personales de pago y crédito, Tarjetas corporativas y servicios de viajes de negocio y de ocio. American Express proporciona a sus Clientes acceso a productos, ideas y experiencias que enriquecen la vida y contribuyen al éxito empresarial.
 

Fuente: alimarket.es