En octubre pasado, uno de cada 8 paraguayos tenía una tarjeta de crédito, tanto de un banco o de una financiera, en promedio, según los datos del Banco Central del Paraguay (BCP), cifra que se redujo en el transcurso del año y continúo este 2016, a menos de una por habitante. Es decir, el sistema financiero contaba con 1.057.810 tarjetas y la misma mermó a 986.820 plásticos disponibles, una baja del 6,7%.
 

En cantidad esto representa una eliminación de 70.990 tarjetas que circulaban en el mercado, entre octubre del 2015 y mayo de este año, según se registra en el informe de la Superintendencia de Bancos del BCP. Tanto técnicos de la banca matriz como banqueros sostienen que esta baja se debe al efecto negativo de la Ley de Tarjetas que entró en vigencia en el periodo analizado.
 

Al tener en cuenta el sector, las empresas financieras eliminaron solo 12.428 unidades, mientras que los bancos, 58.562, entre octubre y mayo. Sin embargo, la mayor variación negativa tuvo el primer sector, con 14,7% de baja. Los bancos eliminaron el 6% de su volumen de tarjetas.
 

Consumo
 

El importe consumido o el saldo de las tarjetas de crédito a nivel general tuvo una pequeña variación positiva del 0,02%, pues de G. 2,823 billones registrado en octubre, este subió a G. 2,824 billones. Es positivo, al tener en cuenta que este saldo cayó por debajo del nivel desde noviembre del 2016 y repuntó nuevamente el mes pasado.
 

En este punto, solo los bancos registraron una mejora en el consumo, ya que del G. 2,707 billones a octubre, la misma mejoró a mayo de este año en G. 2,710 billones, unos G. 2.746 millones (US$ 485 mil aproximadamente).
 

Las empresas financieras, por su parte, registraron un bajón del 1,6%, y el consumo cayó G. 1.959 millones, unos US$ 346 mil.
 

El superintendente de banca de Consumo de Itaú, José Brítez, había dicho que la entidad busca brindar ventajas a través de los programas de recompensas y las alianzas con sectores comerciales, que ofrecen una variedad de productos del mercado. Esto, como una estrategia de hacer frente a la baja del negocio del crédito plástico.

 

Fuente: La Nación, Paraguay