De acuerdo a ambas entidades la alianza se ha desarrollado para la ayuda al desarrollo y la lucha contra el hambre entre las familias más desfavorecidas y los pequeños agricultores, a través de sistemas de pagos "inclusivos".
 

Tanto FAO como MasterCard han indicado que esta iniciativa incluirá diversas acciones para proporcionar crédito o dinero a los hogares, con el objetivo de "cubrir sus necesidades básicas o adquirir herramientas de trabajo en los mercados locales apoyando así las economías locales y facilitando las herramientas financieras a comunidades económicamente marginales".
 

El primero de los proyectos se llevará a cabo en el campo de refugiados de Kakuma en Kenia --donde en la actualidad residen un total de 170.000 personas que han huido de la guerra y la violencia de sus países--. FAO y MasterCard entregarán a los refugiados tarjetas prepago "con las que podrán comprar carbón producido de forma local por la comunidad de acogida".
 

En este sentido, han explicado que este proyecto está diseñado con el objetivo de "incrementar los ingresos de los residentes de la región, reducir las tensiones sociales entre los habitantes locales y los refugiados y liberar la presión existente sobre el medio ambiente".
 

Por su parte, MasterCard ha señalado que, a través de su experiencia en el sector de la tecnología, pondrá en marcha una cadena de negocio mediante la adjudicación de 1.240 hogares de acogida, con hornos adecuados para la fabricación de carbón; y 7.000 viviendas para los refugiados, dotadas con estufas de energía eficiente, además de suficiente crédito para cubrir la compra del 25 por ciento de sus necesidades de carbón anuales.
 

Asimismo, el 'Proyecto Kakuma' aprovechará la infraestructura del proyecto de tarjetas MasterCard Huduma, un programa de reciente lanzamiento patrocinado por el gobierno de Kenia en colaboración con los bancos locales para desembolsar fondos a los beneficiarios a través del país. Además, implica a la Oficina de Ayuda Humanitaria y Protección Civil de la Unión Europea (ECHO), que proporcionará formación a 8.000 habitantes para el uso de cocinas que permiten ahorrar energía, además de hornos con los que poder fabricar carbón sostenible.
 

Fuente: Europa Press